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Danza del vientre

Toda expresión artística es un método de liberación, de comunicación y creación… El arte encierra en sí mismo una forma de terapia. No obstante, la danza del vientre representa mucho más para mí, es el camino de la mujer a la diosa.

 

En términos menos trascendentales, podemos decir que aporta múltiples beneficios físicos y emocionales, que se adaptan especialmente a la mujer, provocando un cambio profundo y positivo.

 

Conozco esta danza desde hace bastante tiempo aunque pasaron años hasta que decidí empezar a tomar clases, pronto comprendí que la danza era vitalidad para el cuerpo, coordinación para la mente y un camino más hacia el amor propio.

 

Son muchas las bondades a resaltar de la danza del vientre, entre ellas, la ausencia de cánones de belleza. El cuerpo es valorado únicamente como medio de expresión, en la ejecución de los movimientos que nos permiten mostrar toda nuestra energía, sensualidad y emociones.

 

A pesar de que el trabajo corporal que se realiza en esta danza afecta a todas las áreas del cuerpo, centra su especial atención en la cadera y pelvis, espacio que contiene el útero y centro de la energía vital según las corrientes orientales. El pecho, que simboliza las emociones, también es una zona muy enfatizada por la danza del vientre. Los movimientos que se realizan están presentes en la naturaleza, son de un carácter ancestral y adoptan formas que están íntimamente ligadas al organismo femenino.

 

Todas estas condiciones hacen de la danza del vientre una herramienta que nos aporta grandes beneficios físicos, mentales y emocionales(1):

 

Beneficios físicos:

 

  • Aporta flexibilidad a todo el cuerpo.
  • Potencia el sistema cardiovascular.
  • Incrementa la resistencia corporal.
  • Reduce tensión y bloqueos en los músculos.
  • Estimula el buen funcionamiento de los órganos internos.
  • Disminuye o elimina dolores de la zona lumbar causados por una mala postura.
  • Aumenta la capacidad pulmonar.
  • Permite que el diafragma se contraiga y se dilate con más facilidad.
  • Contribuye a desarrollar la respiración profunda.
  • Irriga la sangre con más oxígeno.
  • Alivia los problemas digestivos.
  • Aligera el tránsito intestinal.
  • Previene el estreñimiento.
  • Atenúa los dolores de la menstruación.
  • Ajusta la colocación de la pelvis.
  • Fortalece la musculatura del suelo pélvico.
  • Tonifica las extremidades.
  • Aumenta el ritmo de regeneración celular.
  • Favorece el buen aspecto de la piel y la cara por eliminar toxinas a través del sudor.
  • Redistribuye el peso para evitar que haya sobrecarga en las articulaciones.
  • Corrige problemas posturales desde la raíz del problema.
  • Ayuda a que el torso pierda rigidez.
  • Desbloquea las articulaciones.
  • Recoloca el eje corporal con el vientre y las caderas como centro de gravedad.
  • Mejora la coordinación psicomotora.
  • Refuerza el sistema inmunológico y el sistema hormonal.
  • Eleva la capacidad de percepción del propio cuerpo.
  • Todo el cuerpo recobra equilibrio y armonía a nivel físico.

 

Beneficios mentales:

 

  • Al desbloquear las articulaciones, músculos y órganos también se desbloquea el psiquismo.
  • Trabaja los complejos respecto al propio cuerpo y permite liberarnos de ellos.
  • Coordinación psicomotriz.
  • Permite desconectar de las inquietudes y preocupaciones, siendo una especie de meditación activa que nos permite vivir plenamente el presente.
  • Aporta control y conciencia corporal.

 

Beneficios emocionales:

 

  • Genera seguridad en una misma.
  • Mejora las relaciones con el entorno.
  • Aumenta la autoestima.
  • Aporta transformaciones positivas en los sentimientos.
  • Permite afrontar con calma los procesos de toma de decisiones.
  • Ayuda a superar el miedo y la inhibición.

 

Finalmente quisiera añadir que si no sabes cómo empezar a amarte a ti misma, la danza del vientre es la mejor opción… ¡Anímate!

 

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(1)Danza del vientre. Devorah Korek. Oceano Ambar- 2005

 

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